lunes, 29 de septiembre de 2008

Por fin...

Por fin he cogido un ratito para ponerme a escribir... Y la verdad es que cuesta empezar! Pero bueno, que ya estoy aquí, en Pau, y aunque ya han pasado tres semanas desde que llegué, tengo ganas de contarlo todo, así que voy a empezar desde el principio...

Llegué el 9 de septiembre a las 11 de la mañana a la estación de Pau, cargada con mi enorme maleta, y bastante emocionada (el viaje en el tren fue precioso!). Un taxista muy simpático me llevó hasta la universidad, donde tenía que recoger la llave de mi residencia. Cuando llegábamos a la resi, el taxista me dijo: "Ten cuidado, no vengas sola por aquí de noche. Es una zona... poco recomendable". Genial. Desde entonces todos decimos que vivimos en el bronx de Pau, y es que es una zona de mucha inmigración, pero bueno, está cerca de la Uni y a mi no me disgusta para nada. Hay mucho árbol, es bastante tranquila por el día. Mi resi es pequeñita, pero en frente hay otra mucho más grande, donde "se supone" que tenemos todos los servicios (internet, lavandería, gimnasio...). Al llegar a la resi, me encontré con un galleguiño, Sergio, de Vigo, y desde entonces es mi vecino. El edificio es un poco viejo, papel pintado en las paredes, bastante sucio por cierto, pero nada que un poco de decoración no arregle. La primera noche cayó una tormenta impresionante...

Al día siguiente teníamos reunión de Erasmus en la Uni a las 9:30. Como es bien conocida la costumbre de los españoles, todos junticos. Si es que... No se nos puede sacar de casa. Nos explicaron un poco acerca del campus, del servicio médico, de deportes, etc. Estuvo muy bien, hasta que a las 11:30 de la mañana nos llevaron al restaurante de la Uni, La Vague, a comer. ¡A las 11:30 de la mañana! Nos volvieron a citar para una recepción en el Ayto. de Pau, a las 18:00, para darnos la bienvenida oficial. Nos metieron en la sala más lujosa del Ayuntamiento, con vino de la región y algo para picar, y allí empezamos a conocernos entre nosotros. Luego todo continuó en un Irish Pub, y estuvo muy bien porque empezamos a hablar todos con todos, y he conocido gente de todo el mundo: Brasil, Polonia, Australia, Inglaterra, Alemania... Luego, claro está, no mantienes contacto con todos, pero sí que cada vez que nos vemos charlamos, solemos quedar para hacer cosas juntos, y estoy super contenta en ese sentido, porque no hay un grupo cerrado de gente. Unas veces estas con unos, otras con otros...



Los días siguientes estuve haciendo papeleos, pero también muchas otras cosas. Para empezar, pedir una almohada, que no tenía. ¡Son horribles las almohadas en Francia! ¡Y el teclado del ordenardor es diferente!

Como hasta la semana siguiente no empezaban las clases, aprovechamos las tardes para conocer la ciudad. Un día estuvimos en un bar jugando al billar, una tarde super agradable. Llovía a cantaros, y pasamos la tarde entre cervezas (a las que me estoy empezando a acostumbrar) y confidencias. Otro día, fuimos a jugar a voley en una pista de arena que hay aquí al lado. Lo pasamos genial, también... Ese día era el cumple de una chica alemana, y para hacérselo más llevadero (que nada más llegar a un sitio donde no conoces a nadie sea tu cumple, tiene que ser durillo), fuimos al super y le compramos una tarta, globos... Al final nos juntamos unas 20 personas, el ambiente era genial, y salimos hasta las tantas en un bar que se llama Barrio Latino, al que nos hemos aficionado. Acabamos en mi habitación a las 5 de la mañana Chad, un australiano, Kasia y Agata, dos polacas, Edu, de Santander, Marco, de Brasil, y Stéphanie, de Canadá. ¡Viva la multiculturalidad!



Ese finde semana vinieron mis padres, y gracias a Dios que me trajeron comida (ay, las madres...) y todo lo que necesitaba. También me trajeron una bici y la guitarra, porque hay un chico, Jorge, de Madrid, super majo, que también toca la guitarra, y tengo ganas de volver a guitarrear un poco, y aprender alguna canción para cantar. El domingo por la tarde, cuando se fueron mis padres, organicé una "spanish dinner", una especie de degustación en mi habitación, la excusa perfecta para que probaran la exquisita tortilla de patata de mi mami, y un poco de chorizo, jamón y esas cosas. Y sobre todo, pasar un rato juntos. Creo que salieron encantados.



La semana siguiente ya empecé a ir a algunas clases, pero todavía no tenía nada muy claro, (ni siquiera lo tengo ahora). Y es que la verdad que nuestro coordinador pasa un poco de nosotros, pero bueno... Por las tardes seguimos quedando para hacer cosillas, pasear, o lo que fuera. Una noche nos juntamos y en vez de "spanish dinner", hicimos una cena a la francesa, con muchos crêpres (buenísimos). Está guay, porque vivimos casi todos en el mismo sitio, y no tienes que desplazarte para estar con la gente, es lo bueno que tienen las residencias.
Ah! y tenemos una misión: Edu, el chico que estudia también en Vitoria, no sabe andar en bici!! así que estamos intentando enseñarle... es tan divertido!! no sé, es como si fuera nuestro hijo, jeje, cada vez que le vemos que hace un progreso nos emocionamos y todo...

Cambiando de tema, en la Uni hay un servicio de deportes que está super bien, es para universitarios, y tienes deportes de todo tipo: escalada, danza, pilates, ski, natación, rugby, voley... hasta pelota vasca! yo me he apuntado a natación, a danza (pero lo he dejado porque no me gusta nada como da las clases la profe) y a randonnée, que consiste en ir los fines de semana a los Pirineos a hacer treking. Está super bien! Este finde pasado fue el primero. Vamos con un guía que conoce super bien todo, y nos llevó a un sitio muy chulo, con lagos y eso. Estábamos a 2.300m de altura! No es un paseíto, la verdad es que exige esfuerzo físico, pero compensa.



El finde anterior estuvimos en Biarritz, estuvo muy bien! Chad, el australiano, hace surf, e intentó enseñarnos, pero qué va, yo ni a la de tres! Además, le cogí un poco de miedo a las olas, eran bastante fuertes... Por la tarde, mientras veíamos el atardecer, empezó a subir la marea. Yo me quité los pantalones para que no se me mojaran, porque ya hacía fresquito, llevaba dos jerseys... Total, que estamos ahí atontados con la puesta de sol, y de repente vino una ola y me tiró! me quedé completamente empapada y sin nada de abrigo que ponerme (Chad me dejó su camisa). Ya digo que las olas eran super fuertes... pero eso no es todo, porque afortunadamente me había llevado otros vaqueros, y me los puse. Estaba recogiendo las cosas para irnos ya de la playa y, como estaba subiendo la marea, otra ola enorme volvió a mojarme los pantalones!! Sólo tuve tiempo para coger la mochila, levantarla en el aire, y gritar "Noooooooooooo!!!!" desesperadamente. Pero no sirvio de nada. Así acabé, empapada de verdad, a las 10 de la noche, buscando un autobus (perdimos el último por unos minutos) que nos llevara al albergue. Al final tuve que coger un taxi y, por suerte, había secadora en el albergue... menos mal. El día siguiente estuvimos también en la playa, jugamos a voley, y vuelta a Pau por la noche. Lo pasé genial, a pesar de todo.





Una anecdotilla... voy al bar este, al Barrio Latino, y el camarero, viendo que éramos todos erasmus, me pregunta: y tú de donde eres? "De Navarra" le digo. "Sí, pero de donde?" Y le digo: De un pueblo pequeñico, no vas a conocer... "¿Donde esta?" Me pregunta. Le digo: Al sur, se llama Carcastillo. Y atención, porque me dice: "Ah, pues yo tengo familia en Santacara!" Flipa! Nada, se ve que conoce la zona... (Para los que no sepáis, Santacara es un pueblo que está a 10 km del mío). Y eso no es todo. Hablando con el guía de la excursión a los Pirineos, me pregunta lo mismo. Le digo que soy del sur de Navarra, de Carcastillo, y me dice: "Ah, eso está por Figarol, no? Sí, ya conozco, Y Murillo, y el Txapi Txuri" (me dijo hasta los nombres de los dueños y todo). Es muy fuerte.

Y no sé... la verdad es que podría contar un millón de cosas, porque aquí todo es nuevo para mí, pero tampoco quiero abusar... Está bien guardarse algo, no? ;)

Bueno, una vez que he empezado, ya será más fácil ir escribiendo poquito a poquito lo que hago, y más a menudo... "To be continued"


















1 comentario:

Edu dijo...

Buaaaah, qué fuerte lo de Santacara...y Figarol!!! Vaya, vaya. Qué bonitas las montañas, y también cerca de la playa, chica aprovecha que lo tienes todo cerca, qué envidia... Y me has recordado lo que más hecho de menos de mi (anti)erasmus: las soirées de crêpes, hummm qué ricas; y yo también cumplí años nada más aterrizar (eh, mañana me felicitarás?:p) y me acuerdo de que las antillesas me obsequiaron con zumo de guayaba :D Me alegro mucho de que sigas caminando y de paso nos vayas contando. Muchos besos! Muaks