domingo, 5 de octubre de 2008

Bolos, bolas (de nieve) y mercado

Hay que ver que rápido pasa el tiempo cuando no dejas de descubrir cosas...

El viernes no dejó de llover en todo el día... Fui a la universidad a comer, como todos los días, y allí me junté con Edu, Chad, y Stéphanie, que se fue a clase al cabo de un ratito. Nos quedamos los tres, y con un chocolate calentito en las manos, salimos al porche del comedor para disfrutar de la tormenta. Verdaderamente agradable...

Después decidimos ir al Decathlon para aprovisionarnos de txamarras y botas para los Pirineos, bañador (yo) para la natación, etc. Después de comprar todo lo que necesitábamos y jugar al "tú la llevas!" por todo el Decathlon, nos fuimos a jugar a los bolos a una bolera que había al lado. Y oye, para ser la segunda vez que jugaba, no lo hice tan mal! aunque al principio no sabía ni donde meterme de lo patética que era, le fui cogiendo el truquillo. Y para rematar la tarde... una pizza! Volvimos a casa a las 11, y nos juntamos en mi habitación con Gerome (un chico de Quebec), Jorge, que trajo su guitarra y estuvimos tocando un poquito, y Bart, un amigo de Stéphanie. Y como al día siguiente teníamos que estar de nuevo a las 8:30 am en la uni para ir a los Pirineos, decidimos a las 12:30 que ya era hora de acostarse... no?


El sábado estuvimos en Le Cirque de Lescun. Y sí... ya he tocado la nieve este año!! y de qué manera... Justo había nevado el día anterior, y estaba todo precioso. Al principio no había mucha, pero conforme ibamos ascendiendo, iban aumentando los centímetros de nieve hasta que al final podía hundir la pierna hasta la rodilla! Fue agotador, el nivel de dificultad de la excursión era algo más alto que la del finde anterior, y se notó. Y cómo no, las guerras de bolas de nieve cansan mucho!


Hoy nos hemos acercado al centro, al castillo, porque el primer domingo de cada mes la visita al castillo es gratuita. Y al llegar, nos hemos encontrado con una sorpresa... mercado de antigüedades! bueno, antigüedades por decir algo, porque era un mercado de esos en el que hay gente que vende todo lo que pilla por casa, pero la verdad es que había cosas increíbles... El ambiente era tan especial... Un día soleado, el castillo y todos los edificios antiguos alrededor, una fuente, los Pirineos nevados al fondo, y gente, mucha gente... No sé, de repente he sentido toda la tradición bohemia francesa en una pequeña plaza... como si estuviera en Montmartre, o algo así... el mercado no era muy grande, pero hemos pasado allí como 5 o 6 horas, y al castillo... ya iremos otro día! El caso es que esta mañana ninguno de nosotros (Edu, Chad y yo) estábamos muy animados, así que, mientras ibamos al mercado y sin saber que estaba allí, Chad ha dicho: venga, tenemos que hacernos un regalo a cada uno: yo a Chad, Chad a Edu y Edu a mí. En ese momento se suponía que era algo que encontraramos por la calle, o incluso en la basura, jeje, pero cuando hemos llegado al mercado y hemos visto todo eso... no lo hemos podido evitar! Edu me ha comprado una lampara antigua, de estas de aceite, super chula... y un libro ("L'entranger" de Camus). Yo le he comprado a Chad una especie de cuerno del siglo XVIII, que servía para meter pólvora, que le ha encantado, y él le ha regalado a Edu un estuche con dos bolas de jugar a la pentanca que igual tenía 100 años... una pasada, la verdad. Nos hemos despedido del mercado, y hemos ido a cenar algo (a las 6 de la tarde... si es que ya nos estamos haciendo al horario) y aquí estoy, deseando hacer de todo menos el montón de traducciones que tengo pendientes...


No hay comentarios: